Internacional de la mentira impresa
En torno al conflicto Ecuador-Colombia, “El Tiempo” y “El País” mintieron, pero debieron corregir; aquí copiaron… y no rectificaron.
Escribe: Ismael León Arias
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En torno al conflicto Ecuador-Colombia, “El Tiempo” y “El País” mintieron, pero debieron corregir; aquí copiaron… y no rectificaron.
Escribe: Ismael León Arias
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Texto de la resolución adoptada el miércoles 5 de marzo de 2008 por el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos sobre la crisis entre Ecuador y Colombia, bajo el nombre de “Convocatoria de la reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores y nombramiento de una comisión”:
Considerando:
Que en la madrugada del sábado 1 de marzo de 2008 fuerzas militares y efectivos de la policía de Colombia incursionaron en territorio del Ecuador, en la provincia de Sucumbíos, sin consentimiento expreso del gobierno del Ecuador, para realizar un operativo en contra de miembros de un grupo irregular de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que se encontraba clandestinamente acampando en el sector fronterizo ecuatoriano.
Que el hecho ocurrido constituye una violación de la soberanía y de la integridad territorial del Ecuador y de los principios del derecho internacional.
Que este hecho ha producido una grave crisis entre estos dos países, provocando la ruptura de relaciones entre ambos estados y una grave tensión en la región.
Que de acuerdo con el articulo 84 de la Carta, es función de la OEA velar por el mantenimiento de relaciones de amistad entre los estados miembros, utilizando procedimiento que esa misma carta señal;
Resuelve:
1. Reafirmar el principio de que el territorio de un estado es inviolable y no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro estado, directa o indirectamente, cualquier fuera el motivo, aun de manera temporal.
2. Constituir una comisión encabezada por el secretario general e integrada por cuatro embajadores designados por éste, que visite ambos países recorriendo los lugares que las partes le indiquen, eleve el correspondiente informe a la reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores uy proponga fórmulas de acercamiento entre ambas naciones.
3. Convocar, al amparo de lo dispuesto en los artículos 61, 62 y63 de la carta de la OEA, a una reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores para el lunes 17 de marzo de 2008, en la sede de la OEA, con el fin de que examine los hechos y formule las recomendaciones pertinentes.
DECLARACIÓN
A propósito de los recientes sucesos que han deteriorado en materia gravísima las relaciones de Colombia con Ecuador y Venezuela, la bancada del Polo Democrático Alternativo en el Congreso declara:
Son los pueblos de los tres países, y en especial el colombiano, las principales víctimas del deterioro de los intercambios económicos, sociales y culturales entre Colombia, Ecuador y Venezuela. Esta realidad es más cierta en el caso de las regiones fronterizas, donde son permanentes y por millones dichos intercambios.
Las buenas relaciones entre los países solo pueden florecer si los gobiernos respetan de manera incondicional las normas del derecho internacional. Las teorías de que “el fin justifica los medios” o “del mal menor” para violentar la legalidad nacional o internacional suscrita por Colombia, por las que tanto hemos sufrido los colombianos, son especialmente dañinas para las buenas relaciones entre los países. Y es evidente que cualquier tipo de cooperación internacional tiene que tener como fundamento el respeto del derecho soberano de cada país para acordarla.
El gobierno de Colombia tiene el derecho legal de enfrentar a las fuerzas guerrilleras que operan en el territorio nacional, pero debe hacerlo de acuerdo con la Constitución y las leyes de la república y el derecho internacional. Por tanto, el Polo Democrático Alternativo no puede respaldar la decisión del gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez de invadir militarmente el territorio de la hermana República del Ecuador para atacar a las Farc, pues ello constituye una violación flagrante de la soberanía de ese país, de las normas nacionales y de los tratados internacionales.
Resulta por lo menos extraño que se le entregue a un general de la policía colombiana la representación diplomática de Colombia que por ley le corresponde al Presidente de la República o al ministro de Relaciones Exteriores.
Es muy grave para la imagen internacional de Colombia que la mencionada acción militar en el territorio ecuatoriano coloque al país como uno que viola reiteradamente las normas y los tratados internacionales. Es muy preocupante que esta última violación haya sido incluso señalada por los gobiernos de Ecuador, Venezuela, Brasil, Argentina, Chile, Italia y Costa Rica, entre otros.
Los países vecinos de Colombia también tienen que respetar las normas del derecho internacional y, entre ellas, las que señalan la necesidad del respeto mutuo entre los gobiernos, a pesar de sus diferencias, y el no tomar decisiones que afecten negativamente la vida de los pueblos. En consecuencia, no compartimos que el gobierno de Venezuela utilice un lenguaje impropio de la diplomacia para referirse al Presidente de Colombia, entrabe las relaciones económicas entre los dos países e intervenga en el conflicto armado colombiano.
El escalamiento de la confrontación bélica interna de Colombia, con sus cada vez más graves consecuencias en las relaciones con los países vecinos, exige insistir en la urgente necesidad de solucionar el conflicto armado interno, solución que deberá obtenerse por medios políticos. Es de especial importancia que los últimos sucesos no impidan la liberación inmediata de los secuestrados ni el logro de un acuerdo humanitario.
Caben unos interrogantes: ¿El gobierno de Colombia le ha dicho toda la verdad al país sobre la operación militar en Ecuador? ¿Colaboró Estados Unidos en ese operativo?
Instamos al gobierno de Colombia, e invitamos a los de Venezuela y Ecuador, a esforzarse por la pronta superación del grave deterioro de las relaciones entre ellos, problema que no podrá resolverse sin el compromiso de cada una de las partes de respetar sin condiciones las normas internacionales. Es necesario no utilizar las organizaciones internacionales como escenario para agravar las actuales contradicciones.
Reiteramos que son los pueblos los que sufren las peores consecuencias del daño en las relaciones entre los gobiernos.
Bogotá, 4 de marzo de 2008.
México, 5 de marzo de 2008
Texto de opinión por Mauricio Trujillo-Uribe
El Polo debe fijar su posición como partido de izquierda democrática ante estos nuevos hechos, contribuyendo en lo posible a proponer salidas que ayuden a que la tensión disminuya y se restablezcan las relaciones entre los tres países hermanos. Es necesario intentar medir lo sucedido en su justa dimensión, me permito presentar al PDA las siguientes reflexiones:
– La bancada del partido Liberal en el Congreso de Colombia ha anunciado su respaldo al Presidente Uribe “para que solucione la crisis, pero no para que la profundice”. A su vez, muchos colombianos y colombianas, así como la comunidad internacional, mirarán con atención la posición del Polo frente al presidente Uribe en esta crisis regional. ¿Cuál actitud del PDA en tanto que principal fuerza política de oposición al gobierno y como partido que defiende los intereses de la nación y propugna por la paz en la región?
Finalizó la reunión de la Dirección Nacional
Polo Democrático Alternativo
Domingo 2 de marzo de 2008
La Dirección Nacional del Polo Democrático Alternativo, reunida en Bogotá del 29 de febrero al 2 de marzo de 2008, reafirma la oposición a la política del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y al régimen del estado comunitario; insiste en su rechazo al TLC con Estados Unidos y a la aprobación de la Fase II del Plan Colombia y ratifica la defensa de nuestra nación ante cualquier imposición foránea o intento de recolonización sobre ella. El actual gobierno ha entregado el patrimonio público y la riqueza a los grandes grupos económicos del país y del exterior, ha llevado a la ruina y a la estrechez a la industria, la agricultura y el trabajo nacionales y aplica una regresiva política contra las conquistas laborales.
El Polo se opone a la lucha armada como mecanismo para resolver las contradicciones políticas y sociales y condena el secuestro, los crímenes de guerra y de lesa humanidad, el terrorismo y toda suerte de actos contra la dignidad de las personas y sus derechos y bienes, sean estos cometidos por las FARC, el ELN, las AUC o por agentes del Estado. El Polo reconoce la existencia en Colombia de un conflicto armado que debe ser resuelto por la vía política. Reclama para las víctimas verdad, justicia, reparación, compromiso de no repetición y demanda atención para la población desplazada o exiliada por razones del conflicto interno. Además, expresa su respaldo a las críticas justas y fundamentadas, incluidas las de importantes organismos, nacionales e internacionales, a la ley de Justicia y Paz.
El conflicto armado que pervive en Colombia afecta las relaciones, la estabilidad y la convivencia con los países hermanos por lo que en distintas fuerzas políticas y gobiernos del continente se afianza la conciencia de contribuir afirmativamente a su solución pacífica. Esta solo puede darse entre colombianos y colombianas, en plena soberanía, sin intervención militar ni política externa de ninguna naturaleza, con total capacidad de autodeterminación del país, pero no excluye la mediación, favorecimiento y apoyo de Estados hermanos y de la Comunidad internacional a los procesos de búsqueda de la paz. Pedimos la libertad inmediata de todos los secuestrados y un acuerdo humanitario. El Polo propone una política de desarrollo económico que fortalezca la producción interna, erradique el desempleo y el subempleo en el que se desempeña el 60% de la fuerza laboral y la pobreza en la que está sumida la mitad de la población. Luchamos por restablecer y ampliar los derechos de los trabajadores, y alcanzar la plena vigencia de las libertades sindicales.
El Polo denuncia y rechaza la inicua desigualdad imperante en nuestro país y llama a los colombianos y colombianas a luchar activamente contra las políticas que la generan. En particular contra los crecientes impuestos al consumo, la reducción de las transferencias para salud, educación, saneamiento básico y la ofensiva hacia la privatización del Sena, la destrucción del Seguro Social y de la Red Pública Hospitalaria.
La crisis financiera internacional y los problemas políticos y económicos con Venezuela acrecienta las dificultades de amplios sectores nacionales, los que este gobierno trata de resolver con más pobreza para el pueblo. El Polo pide la normalización de las relaciones y la regularización del intercambio comercial entre los países hermanos.
Para mantener la antidemocracia económica, este régimen aplica graves restricciones al pleno ejercicio de las libertades civiles y una notable disminución de las prestaciones sociales y la libertad sindical. Al amparo de la “seguridad democrática” se han cometido toda clase de atropellos; la tendencia permanente del gobierno uribista es hacia la represión de las protestas públicas y pacíficas del pueblo; se continua con la práctica de las detenciones masivas y las denominadas “ejecuciones extrajudiciales” por estructuras de la fuerza pública que suman cerca de mil casos en este quinquenio. En dos años y medio de vigencia de la ley 975 de justicia y paz, de los 3.200 jefes y mandos medios del paramilitarismo solo han sido detenidos 59 y solo uno ha sido llamado a juicio. Los grandes capos no han entregado tierras, bienes o dinero para la reparación de las víctimas. El paramilitarismo ha reaparecido bajo nuevas siglas y con amplia laxitud por parte de las autoridades.
El Polo apoya a la Corte Suprema de Justicia ante los ataques que ha recibido del gobierno nacional y demanda del Fiscal General de la Nación eficacia, prontitud e imparcialidad en sus decisiones. El Polo llama a los amantes de la libertad y la democracia a formar un gran haz de voluntades por la defensa de las garantías ciudadanas y de todos los derechos fundamentales amparados por el Estado Social de Derecho. Por ello no vacila en condenara el designio antidemocrático de imponer un tercer período presidencial, pues para el Polo es muy claro que si el proyecto de Uribe se prolonga, con sus perniciosas políticas centrales de “seguridad democrática” y “libre comercio”, Colombia no podrá ser la patria autónoma y próspera que anhelamos.
Para dar al traste con la tiranía necesitamos ampliar y consolidar la gran unidad interna que el Polo ha reafirmado en esta exitosa reunión de su Dirección Nacional y, a la vez, unir esfuerzos con otras organizaciones y personalidades políticas y sociales que compartan nuestros objetivos supremos de Soberanía y Democracia para Colombia y sus ciudadanos. La Dirección Nacional del Polo convoca a sus militantes y dirigentes a no escatimar esfuerzos para fortalecer la unidad del partido, mediante el más consecuente respaldo a los organismos de dirección en todos los niveles y a los fundamentos que han propiciado la unidad de la izquierda democrática en Colombia, es decir, los estatutos del Polo y su programa consignado en el Ideario de Unidad.
Los abajo firmantes expresamos nuestro apoyo a que el Polo Democrático Alternativo busque la concreción de un Gran Acuerdo Nacional contra la Guerra y el Secuestro y por la Paz y el Acuerdo Humanitario, con la condición que se señale explícitamente que ese acuerdo no puede incluir a Álvaro Uribe, por ser el jefe de un régimen guerrerista y estar comprometido con la parapolítica y el paramilitarismo.
Bogotá, marzo 2 de 2000
Firman los asistentes en la reunión de la Dirección Nacional del Polo Democrático Alternativo, reunida en Bogota entre el 29 de febrero y el 2 de marzo de 2008.